Parte de la tenencia responsable de un perro es sacarlo a pasear, pero esto también debe realizarse de manera responsable y respetando a la demás personas y mascotas que salen a la calle.
Según el reglamento municipal de San Luis Potosí, en su ARTÍCULO 61: Las personas que transiten en vía pública con sus mascotas están obligadas a llevarlas sujetas con pechera, correa, bozal o cadena que no sea de picos para la protección del mismo animal, así como el accesorio adecuado para recoger las heces. Tratándose de perros considerados como agresivos o entrenados para el ataque, deberán ser acompañados por sus dueños, custodios o entrenadores además de portar bozal de seguridad. Lo anterior de conformidad con lo establecido por el artículo 9º Párrafo dos de la Ley Estatal de Protección a los animales vigente, la violación a esta norma será sancionada de conformidad con lo establecido por el artículo 98 de este reglamento.
Algunas opciones que tenemos son:
- El collar tradicional o tipo cinturón, el cual es una muy buena opción para mascotas que ya saben andar con correa y tenemos control sobre ellos.
- Los llamados collares de castigo son utilizados para que les enseñemos a caminar con collar y mantengan el paso del dueño a la distancia cómoda para él. A pesar del nombre, la acción del colar no es castigarlos ni mucho menos lastimarlos, en cambio, el collar ejerce la función de evitar que al correr se escape o se jale demasiado, reduciendo enormemente la cantidad de accidentes que suelen darse en los paseos, tanto para el animal como para la persona que lo lleva; conforme pasa el tiempo, el perro se acostumbra a caminar a la distancia y al paso correcto de su dueño.
- La pechera también es una buena opción, no se lastima y no se escapa; sin embargo, algunas desventajas son que la superficie de contacto es mayor y hay mayores probabilidades de que se enrede el pelo o se hagan nudos muy difíciles de eliminar en el cepillado o provocar rozaduras, por lo tanto, son menos recomendables para perros de pelo largo o de piel delicada. Otro de los inconvenientes de la pechera es que cuando son perros muy grandes, el control del animal se vuelve más complicado por la fuerza que se le otorga dada la magnitud de la superficie que cubre y el soporte que el perro siente.
Recordemos que el hecho de aprender conlleva un proceso, y la primera reacción de tu perro será de rechazo, y es muy normal puesto que es algo nuevo para él, por lo tanto, debemos tener paciencia y no presionarlos ni mucho menos jalarlos, poco a poco tu mascota se irá acostumbrando al cambio y a la novedad de portar un collar o una pechera.
Dicho todo esto, llegamos a la conclusión de que tanto el hecho de tener un animal como el sacarlo a pasear, resulta una gran responsabilidad, pero con las opciones que tenemos, se vuelve una tarea más fácil de realizar. Cuida a tu mascota, y elige la opción que sea más cómoda para ti y para ella; puedes prevenir muchos accidentes tanto para ti, como para la sociedad y para tu mascota. Acércate a tu Médico Veterinario para que te oriente en la mejor opción.